¿Podré?
Actor: Se trata de un hombre
saludable, de unos 40 a
45 años, de contextura robusta.
Vestuario: El actor viste un
pantalón gris, camisa blanca, campera azul desteñido, zapatos y anteojos.
Escenografía: El escenario se dividirá
en dos partes, izquierda y derecha (respecto de los espectadores), con
diferente escenografía.
Parte izquierda
del escenario: Una porción de calle, con una curva pronunciada,
hacia la derecha, que aparece mojada por la reciente lluvia; a la izquierda del
espectador el cordón de la vereda. Sobre el lugar en que se desarrollará la
representación un farol de calle, iluminando la escena, allí mismo sobre la
calle una piedra no muy grande. A la
derecha del espectador un charco de agua, bien visible.
Parte derecha
del escenario: Una porción
de calle que aparece mojada por la reciente lluvia, a la derecha del espectador
el cordón de la vereda y sobre ésta una porción de paredón de costanera.
Único acto
Se ilumina el escenario,
mostrando sólo la escenografía izquierda, mientras la derecha permanece en la
oscuridad; tras una breve pausa entra en escena, por la calle, el actor en
evidente estado de ebriedad. Se detiene debajo del farol, observa hacia arriba,
hacia abajo y a la platea con los ojos entrecerrados. Con las manos busca
afanosamente un pañuelo en los bolsillos de la campera y al extraerlo arrastra
involuntariamente su porta documentos que se hallaba abierto. Hace ademán de
atajarlo en el aire, pero cae desparramando su contenido. Se quita las gafas y
frota sus ojos con el pañuelo, como queriendo aclarar su visión. Toma aliento y
se dispone a agacharse para recoger sus cosas, da un paso con las gafas en su
mano derecha, no ve la piedra, la pisa, trastabilla y con una rodilla en tierra
exclama.
-
¡Ay, se me dobló el pie! No
puede ser, encima esto. Y para colmo se me cayeron los documentos...
El actor menea la cabeza,
suspira profundamente, se sienta cerca de los documentos en posición india y se
dispone a recogerlos. Se coloca las gafas dificultosamente y abriendo grande
los ojos observa a su alrededor.
-
Menos mal que no viene
nadie. A ver qué pasó con mis cosas. !Je! ¿No ve? que macana, y ahí fue la foto
de la más chica, derecho al agua sucia de la calle.
Hace una breve pausa
-
No la pude atajar y encima
casi me mato, ¡todo por esa piedra! ¡A
ver!, lo… lo más importante es recuperar las fotos, especialmente la de
Clarita, que se me fue al agua, pero ¿qué hago con la bici?
Mira a su alrededor, como buscando algo y
exclama:
-
¡Me robaron la bicicleta!
Hace
ademán de incorporarse y queda con las piernas abiertas y estiradas, pero con
el torso hacia abajo y dejando caer los brazos, como desesperanzado y recuerda
mientras se termina de incorporar.
-
¡Ah! Cierto que hoy no
andaba con la bicicleta porque se me pinchó la goma de atrás. Menos mal porque si
no me iba a dar un golpe más o menos. Antes andaba en el auto de la empresa,
con chofer y todo, ja,ja… Estúpido, la vida me pasó por arriba y ando a los
tumbos.
Vuelve
a fijar la vista en los documentos y acompaña lo que dice con la acción y
gesticulando.
-
Como estoy no puedo
mantener mucho el equilibrio, pero no me voy a volver a sentar sino el pantalón
se me va a ensuciar, así que abro las piernas un poco más, me agacho y ¡ya
está! Ahora sin caerme debo llegar hasta las fotos y ¡Huy! el carnet también se
está mojando.
Ahora, coloca una rodilla en tierra y con un
gesto de dolor dice
-
Me siento derrotado, la
angustia me hace doler el alma y mi corazón se abate una vez más bajo esta
pesada carga.
¡Si los chicos me vieran! Seguro que llorarían por mí.
Agacha la cabeza, y estalla
en él un breve sollozo, saca nuevamente el pañuelo, seca sus lágrimas y
reflexiona
-
Por un momento me imagino
niño, mirando esta escena protagonizada por mi Papá, y en su rostro está el
mío.
Pausa muy breve
-
Estoy como impactado por la
imagen lastimosa de ver a un hombre grande, fuerte, vigoroso y trabajador en
estado de ebriedad.
Pausa muy breve
-
Veo el resultado de querer
escaparse de este mundo a través del alcohol.
Pausa
muy breve
-
Veo lo que ahora ven los
demás de mí, pero quizá por ser a la vez protagonista y espectador aprecio lo
doloroso de la situación vivida como niño. Me hace comprender el dolor de un
hombre que se vuelca al alcohol ... y el de un hijo que no comprende la actitud
de su padre.
Se produce una pausa. El actor con gesto de
pesadumbre, continúa
-
Debo abandonar, tengo que
dejar de tomar, mi esposa y los chicos me necesitan sano, eso lo sé. ¿Por qué
no tengo fuerzas suficientes? Si mi conciencia, como ahora a cada rato me
taladra el cerebro. ¿Por qué no puedo? El alcohol parece ser mi único refugio,
donde por momentos dejo de pensar coherentemente y en esa torpeza de
pensamientos torpes logro un breve descanso a mi atribulado corazón.
Pausa muy breve
-
No es por mal de amores, no es por faltas en
los chicos, ni es por razones de salud, es porque no quiero ser grande, no
quiero ser Papá de una familia, no quiero tener que dar consuelo a los demás, a
mis hijos, no quiero ser el amparo de mi gente, no quiero, no quiero, no quiero
ser hombre aún. Quiero volver a ser niño, quiero volver a las faldas de mamá, a
sus brazos para que me arrulle, quiero volver a montar en la bicicleta de Papá
para irnos juntos a trabajar, quiero sentir el fresco de las mañanas en mi
rostro, como cuando me enviaban a la escuela, con el guardapolvo blanco y el
portafolios con un sandwich de dulce para el recreo.
El
actor estalla en llanto, deja caer su cabeza, mientras disminuye la iluminación
del escenario, como apagando la imagen. Luego de un breve lapso vuelve la
iluminación más fuerte que la anterior. Como mirando al cielo exclama
-
¡Mamá!!!, ¿Dónde
estás? ¡Mamá!!!! ¿Dónde estás con tu
regaño, dónde con tu mano cariñosa, dónde con la merienda y el pan con dulce,
dónde Mamá?
Pausa muy breve
-
¿Por qué me abandonaste
Mamá, al hacerme grande, por qué dijiste que ya no me retarías más pues era un
muchacho grande que sabía lo que hacía?.
Un
nuevo sollozo mientras deja caer la cabeza, y una pausa hasta lograr la calma.
Disminuye levemente la iluminación. Levanta la cabeza y continúa
-
Es cierto que siempre fui
responsable, que quería ser mayor y que amo a Luisa, es cierto que siempre fui
un padre responsable y cariñoso, pero una buena parte de mi forma de actuar ha
demandado su esfuerzo, tuve que dejar de ser hijo, tuve que soportar lo que
todo hombre, con los avatares propios del trabajo, la familia, la vida en
sociedad...; tuve que soportar las injusticias propias de los que nos llamamos
adultos.
Pausa muy breve
-
Me cuesta, soy débil, no
soporto esta presión. Estoy apesadumbrado, estoy llorando de pena por mí.
Se seca las lágrimas con el
pañuelo. Se pone en cuatro patas y comienza a dirigirse hacia los documentos.
Vuelva la iluminación fuerte
El actor acompaña con sus
acciones lo que va diciendo y gesticula
-
¡Bueno, no le demos tanto a
la máquina! Lo que tengo que hacer lo empiezo cuando me sienta mejor, ahora lo
importante es recuperar las cosas que se me han caído. A ver, despacito,
primero un paso, luego otro. Ya estoy mejor, ahora me estiro un poco y recojo
todo. Primero seco las cosas en el pantalón, le doy un beso a la foto de
Clarita y desde el fondo de mi corazón le pido perdón y hago una promesa de
cambio, solo espero que ella no me vea en este estado pues moriría de vergüenza
al ver que tiene un padre borracho.
-
Ahora que junté todo, me levanto y vuelvo a
casa, despacito. Justo estuvo lloviendo y hay barro por todos lados, lástima
los zapatos, pero me descalzo y listo, sino Luisa me mata.
Aquí
el actor se quita los zapatos, sosteniéndolos con una sola mano y continúa con
su monólogo
-
Menos mal que Luisa me reta
un poco, pero me parece que debería hacerlo más, entonces yo sentiría el amparo
de ella y al portarme mejor podría refugiarme en el marco de esa “obediencia” y
aunque no “madure” del todo estaría fuera del peligro de una vida en libertad,
sólo debería obedecer y no ser el obedecido.
Pausa muy breve
-
Me cuesta ser hombre y
Luisa quiere un hombre a su lado, no un niño y yo estoy actuando así. Me temo
que los perderé, no puedo seguir tirando de la cuerda de su amor por mí, debo
recapacitar, pero ¿Cómo hago para comportarme bien?
Se apagan las luces
suavemente, quedando todo el escenario en oscuridad total.
Silencio y oscuridad por
espacio de 5 segundos, tras los cuales comienza a escucharse el vals “Danubio
Azul” de J. Strauss, en tono muy suave.
Desde el centro del
escenario y cercano a la platea, aparece el actor, caminando despacio, con la
campera sobre el hombro izquierdo y los zapatos en la derecha. El estado de ebriedad
no es tan notorio como en el primer acto. Se dirige, dando la espalda al
público, hacia el paredón de la costanera. Se detiene, deja los zapatos en la
vereda, apoya la campera y los brazos sobre el paredón. Se detiene la música y
sus pensamientos se escuchan a modo de voz universal, suplantándola.
Grabación:
·
Ya me falta poco para
llegar a casa, busco ir por la costanera para sentir el aire fresco del río y
así despejarme un poco. Debo recomponer mi vida. Ahora con la luna llena sobre
el agua y el aroma de las hierbas serranas… es como si mi cabeza se despejara.
Van cambiando mis sentimientos, alternando los negros con los buenos y en mi
fuero interno tomo finalmente una decisión, siento que es de verdad.
Silencio total. Se da
vuelta el actor, con su mano izquierda apoyada en la pared, mira al público.
Retorna la música, suavemente, continuando donde fuera interrumpida. El actor
estira sus brazos muy lentamente, sosteniendo por el cuello la campera con la
mano izquierda, y exclama:
-
Trae el río su vida y la
da, trae la luna su vida y la da, trae el aire su vida y la da. Te escucho
Mamá, te escucho Luisa, ustedes también lo han hecho. Tengo mi vida, debo
traerla y darla.
Retorna la música,
suavemente, continuando donde fuera interrumpida. El actor baja lentamente los
brazos, lleva el mentón hasta el pecho.
Luego de una pausa, dónde
sólo se escucha la música de fondo, el actor eleva la mirada al cielo y con un
gesto de angustia, cae de rodillas, las palmas hacia arriba, en actitud de
súplica; se interrumpe abruptamente la música y en un tono desgarrador, grita:
-
¡Mamáaaaaaa...!!!!
Finalmente, cae su cabeza sobre el
pecho.
Cae el telón
FIN